jueves, 10 de septiembre de 2015

José Alejandro

Trade: Esta es la realidad en que vivimos.

Muchas veces creemos que la vida cotidiana es lo que vemos todos los días. Despertar, prepararnos para ir a la escuela o el trabajo y regresar a casa para comer, hacer tiempo para nosotros, si es que podemos, dormir y repetir lo mismo al día siguiente. Creemos que todas esas historias de narcotraficantes, asesinos y la trata de personas que vemos en Telemundo solo se queda en la ficción, pero muchas veces la realidad supera por mucho a la ficción y es que en México es en donde se vive día a día los secuestros y la trata de mujeres para venderlas como objetos de placer. Trade nos cuenta solo una de muchas historias similares en donde una menor es secuestrada por un grupo organizado de personas que hacen dinero vendiendo mujeres. A través de la película te van narrando muy suavemente todo lo que ve una mujer que vive dentro de esta pesadilla que aparentemente solo tiene dos salidas, la muerte o quebrarse ante la situación y ceder.
Suena cruel y frio pero tristemente es asi. La trata es 50 veces más grande que la internacional, la desaparición de personas se incrementa cada vez más en el Estado de México y que el crimen organizado ahora recluta a niñas y jóvenes , inclusive las usan de sicarias, de “halconas”, de mulas, correos, esclavas sexuales de los jefes de plaza y después las matan.
Y es que ahora no solo usan los medios tradicionales, si no que hacen uso de las nuevas tecnologías como por ejemplo las redes sociales para atraer a gente más joven con engaños.
Lo que por ahora nos queda hacer a nosotros es informar mejor a las generaciones que vienen en camino, informarnos nosotros de la realidad que tenemos enfrente y llevar a la justica a los responsables porque quizás no sea algún familiar tuyo, pero no te gustaría que lo fuese ¿o sí? En un mundo con el que tenemos ahora, no nos queda más que ayudarnos entre nosotros, no por ser familia de sangre, etnia, etc, solo por el simple hecho de ser humanos es suficiente para tomar cartas en el asunto.

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